1.464 – Elogio de la iniciativa privada

eduardo-galeano-ii Jesús te mira. Vayas donde vayas, sus ojos te siguen.
La tecnología moderna ayuda al hijo de Dios a cumplir sus funciones de vigilancia universal. Tres capas de plástico polarizado, que bloquean sucesivamente el paso de la luz, le facilitan la tarea.
Allá por 1961 o 1962, una de estas imágenes de ojos corredizos llamó la atención de un periodista. Julio Tacovilla iba caminando por una calle cualquiera de Buenos Aires, cuando se sintió observado. Desde una vidriera, Jesús le había clavado los ojos. Retrocedió y la mirada de Jesús retrocedió con él. Se detuvo y la mirada se detuvo. Avanzó y la mirada avanzó.
Esta señal divina le cambió la vida y lo sacó de pobre. Poco después, Tacovilla voló a Port-au-Prince, y por medio de la embajada de su país en Haití consiguió una audiencia con el presidente vitalicio Papa Doc Duvalier.
Llevaba un gran cuadro bajo el brazo: -Tengo algo que mostrarle, Excelencia -dijo. Era un retrato del dictador. Los ojos se movían.
-Papa Doc te mira -explicó Tacovilla. Papa Doc asintió con la cabeza.
-No está mal -dijo, yendo y viniendo ante su propia
imagen-. ¿ Cuántos puede hacer?
-¿Cuánto puede pagar?
-Le pago lo que sea.
Y así Haití se llenó de miradas vigilantes y el inquieto periodista se llenó de dinero.

Eduardo Galeano
El libro de los abrazos. Siglo XXI -1989

1.463 – Silencio de sirenas

marco_denevi Cuando las Sirenas vieron pasar el barco de Ulises y advirtieron que aquellos hombres se habían tapado las orejas para no oírlas cantar (¡a ellas, las mujeres más hermosas y seductoras!) sonrieron desdeñosamente y se dijeron: ¿Qué clase de hombres son éstos que se resisten voluntariamente a las Sirenas? Permanecieron, pues, calladas, y los dejaron ir en medio de un silencio que era el peor de los insultos.

Marco Denevi

1.462 – El tirador

ana maria shua 12 En los pequeños circos del Lejano Oeste exhibía su arte un famoso tirador. Dominar ese oficio exige aptitud, vocación e infatigable ejercicio. Nuestro hombre se había entrenado en el arte de la buena puntería hasta ser capaz de perforar con una bala el centro justo de una moneda a cincuenta pasos de distancia. Unas horas antes de morir justificó ante el doctor Pemberton su miserable derrota: ninguno de los bandidos que lo atacaron llevaba encima calderilla.

Ana María Shua
Fenómenos de circo. Ed. Páginas de espuma. 2011

1.461 – Tierra en los ojos

patriciaestebanerles_72ppp Y de repente mi hermana Leonor se incorporó dentro de su ataúd y me apretó el antebrazo. Lloré de felicidad, pensé que después de todo Dios había atendido mis plegarias y su muerte no había sido más que una pesadilla. Pero entonces ella soltó una carcajada de ultratumba y dijo todo aquello de que llevaba diez años acostándose con mi marido en mis narices, sin que yo me enterara de nada porque era tonta perdida. Luego volvió a morirse y yo me pasé el resto del velorio con los ojos secos y su mano entre las mías, clavándole el filo de una llave en la palma hasta que cerraron el féretro.

Patricia Esteban Erlés

1.460 – El milagro

Eduardo Berti 2 Según mi amigo L., Cristo vivió siete días antes de Cristo porque nació el 24 de diciembre y el primer año cristiano no comenzó hasta el 1º de enero siguiente a su nacimiento. Mi amigo, que es ateo, no cree en ningún milagro de Jesús, excepto en este de haber vivido antes de sí mismo.

Eduardo Berti
Por favor sea breve 2
Ed. Páginas de espuma 2009

1.459 – Destino

Miguel A Hernandez Navarro Todas las noches la misma historia. El marido entra en la cocina, la tira al suelo y la acuchilla una y otra vez. Luego, como si nada hubiera sucedido, ella se levanta, ordena la casa y limpia los rastros de sangre. No sabe por qué sigue ocurriendo. Lo único que tiene claro es que debe limpiar con esmero. Los niños no tienen por qué enterarse.

Miguel Á. Hernández Navarro
Por favor sea breve 2
Ed. Páginas de espuma 2009

1.458 – Numeración incorrecta

isabelgonzalezG «Un día me compraré un caballo de estos. Rosa y con alas», dice la niña y señala, en el libro abierto sobre sus muslos, la foto de un flamenco. El hombre, alentado por tanta inocencia, se quita la chaqueta, estrecha su acercanza y escarba los bordes de la hoja sesgada mientras le explica que alguien arrancó una página entre definición e imagen, que después del doce no viene el quince y que imagínate si Genghis Khan hubiera dominado Mongolia sobre un ave de tan frágiles patas. Como si la niña no supiera.
Como si no apretara en su puño la hoja extirpada. Como si las cosas no pudieran ser de otra forma.

Isabel González
Por favor sea breve 2
Ed. Páginas de espuma 2009

1.457 – No entendía

AAAMandrini No entendía por qué no podía aullar como los amantes de la pared de al lado. No entendía que, de tanto oírlos, había aprendido a aullar como los perros, y como los locos que se miran la garganta en los espejos, y como los trenes cuando pujan los vientos de la noche, y aún como Vallejo cuando le pegaban duro con un palo y duro también con una soga, y sin embargo, sin embargo no podía aullar como los amantes de la pared de al lado. No entendía por qué los aullidos de ellos resonaban tan armoniosos y los suyos tan monocordes. No entendía que los amantes de la pared de al lado aullaban en dúo, como Tosca y Cavaradossi, Aída y Radamés, Andrea Chenier y Madeleine de Coigny. No entendía que en los tenores solitarios la ausencia de soprano engendra sólo aullidos de dolor, es decir, de perro, de loco, de tren o de Vallejo. No entendía nada de aullidos de placer. No entendía nada de ópera. No entendía nada de amantes. No entendía.

Eugenio Mandrini
Por favor sea breve 2
Ed. Páginas de espuma 2009

1.456 – El teléfono es un gato que sueña con tener hijos

 Huilo Ruales Hualca 1) ¿Sí, aló? 2) Hola Rafo, ¿por qué no llamas nunca? No has venido desde hace un mes, ni siquiera sabes cómo estamos. 3) ¿Cómo están? 4) No te burles, Rafo, ¿hasta cuándo piensas hacernos sufrir? 5) Hasta noviembre. 6) ¿Cómo, hasta noviembre? 7) En noviembre me mato. 8) (sollozos, pañuelo menudo en narices) Malo, eres muy malo. 8) Bueno, voy a colgar. 9) Perverso, matarse en noviembre sabiendo muy bien que la Nena se casa el 5 de diciembre. Nos vas a hundir, ya lo estoy viendo (sollozos, hipos, mismo pañuelo). 10) Chau, mamá, están golpeando a la puerta con un hacha.

Huilo Ruales Hualca
Por favor sea breve 2
Ed. Páginas de espuma 2009

1.455 – Blancanieves y los siete enanitos

Anelio Rodríguez C Blancanieves se va con aquel príncipe de todos los cuentos, pero ¿por qué no le vale un enanito para el final feliz? Cruel doncella, ¿es que no sientes nada por los siete corazones quebrados tras las siete colinas, tras los siete arroyos?

Anelio Rodríguez Concepción
Por favor sea breve 2
Ed. Páginas de espuma 2009