2.933 – Efectos secundarios

Miguel A Hernandez Navarro  Con el lógico nerviosismo de la primera noche, el hijo del sepulturero ayudó a su padre a colocar la lápida de una tumba. Mientras sostenía el mármol, escuchó golpes y gritos en el interior del panteón. Miró a su padre con el rostro desencajado por el terror. Pero la voz de la experiencia logró tranquilizarlo. “No te preocupes. Es normal. Enseguida se les pasa”.

Miguel Ángel Hernández-Navarro
Antología del microrrelato español (1906-2011) . Ed. Cátedra

1.459 – Destino

Miguel A Hernandez Navarro Todas las noches la misma historia. El marido entra en la cocina, la tira al suelo y la acuchilla una y otra vez. Luego, como si nada hubiera sucedido, ella se levanta, ordena la casa y limpia los rastros de sangre. No sabe por qué sigue ocurriendo. Lo único que tiene claro es que debe limpiar con esmero. Los niños no tienen por qué enterarse.

Miguel Á. Hernández Navarro
Por favor sea breve 2
Ed. Páginas de espuma 2009