El salto mortal es en verdad peligroso, muy peligroso. Para cumplir con los reglamentos, el trapecista audaz utiliza un cable de seguridad fingido, una red que -lo sabe bien- no sería capaz de sostener su peso. Como un adicto necesita su dosis, el trapecista audaz necesita sentir la proximidad de la muerte. En el triple salto mortal la sensación es tan intensa que todos los días de su vida pasan en imágenes delante de sus ojos. Por eso, a medida que su vida se hace más larga, debe prolongar el salto para darle tiempo a la memoria. A los ochenta años, eximio en su arte, atraviesa el océano de continente a continente en un múltiple salto mortal que le permite repasar su vida entera, con detalles.
2 comentarios en «1.197 – El triple salto mortal»
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«debe prolongar el salto para darle tiempo a la memoria.» …Y quién no?
Magnifico cuento, qué bien narrado, leyendo he dado un gran salto, por las buenas letras.
Besicos
La Sra. Shua, como siempre, fantástica.
Un abrazo,