Un cerillo, ataviado de novio, sale hacia la iglesia. Al llegar se entera, por boca de los cerillos parientes, que la novia escapó en compañía de un cerillo vestido de amante. El novio frota su cabeza y aparece un pequeño bonzo ardiendo bajo el cigarro.
Un comentario en «Bodas de fuego»
Deja un comentario
Disculpa, debes iniciar sesión para escribir un comentario.
Muy bueno mi paisano… 🙂