Por favor, sea breve, dijo Dido, la reina, a Eneas, el futuro fundador de Roma, mientras se consumía de amor y las entrañas se le deshacían en medio de un desconocido fuego, tristemente premonitorio de la pira funeraria en la que habría de suicidarse. Pero él, ignorante de la pasión que había despertado, y satisfecho de encontrarse ante un público tan amplio, se aclaró la voz y se dispuso a hablar durante doce largos cantos, en hexámetros y en latín, para más INRI.Pilar Galán
Gracias, Carlos. Es un placer levantarse con un cuento (y dormirse escuchando uno), y si encima, te despierta un cuento tuyo, el día ya no puede empezar mejor.
Un beso y gracias, como siempre
… otra vez, las gracias a ti.
Estudiaré la posibilidad de mandar un mp3, para que lo podáis oír por la noche. 🙂
Besos.