Viajar en el tiempo no sólo es posible sino también obligatorio y constante. Desde que nací no hago otra cosa que navegar hacia un mal destino. Lo que quisiera es poder detenerme, quedarme aquí mismo, que no se está mal: echar el ancla.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Minificción reunida. Ed. Páginas de espuma, 2009