1.602 – Débil

alonso-Ibarrola32 Habían cometido un error imperdonable: asaltar una joyería enclavada en una demarcación que no era la suya. La «mafia» no perdona estas cosas. Lo sabían y es por ello que trataron de huir. En vano, los dos amigos fueron atrapados y conducidos a un sótano discreto. Primeramente se llevaron a uno de ellos. Se cruzaron una mirada de complicidad. No hablarían. Horas más tarde volvió… Resultaba casi irreconocible: un rostro tumefacto, una cuenca del ojo mostrando su horrible vaciedad, tres o cuatro dientes menos, pelo arrancado de cuajo en algunas partes de la cabeza, un hilo de sangre que le brotaba de la comisura izquierda de la boca, y también manchas de sangre en torno a la bragueta que hacían intuir estragos por la zona. Respiraba, jadeaba… «No he hablado», dijo con voz imperceptible. Su compañero, sin embargo, dijo todo lo que sabía, y dio todos los nombres al instante. Antes de volver junto a su desfigurado amigo se despeinó para disimular un poco y tratar de justificarse…

Alonso Ibarrola
No se puede decir impunemente ‘Te quiero’ en Venecia.Visión Libros. 2010
http://www.alonsoibarrola.com/

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