1.391 – Conspiración

 El psiquiatra le dio el alta porque ya no presentaba rasgos paranoides. El paciente no percibió la tensión en su mano al despedirle, ni la sonrisa falsa de la enfermera. Tampoco escuchó la conversación que mantuvieron en cuanto salió de la consulta. En el trabajo no reparó en los murmullos de los compañeros a sus espaldas. De vuelta a casa, no se fijó en el hombre que le seguía. Besó a su mujer sin detectar la mirada ansiosa y esquiva.
Esa noche, mientras él dormía, celebraron el éxito del tratamiento.

Rosana Alonso
Los otros mundos.Edit. Talentura, 2012

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