Si no nimias, suaves. Las diferencias entre Pepe y Jose eran prácticamente insignificantes, pequeñas, exiguas, anodinas, irrisorias, triviales, livianas, inapreciables, sin nada de particular. Donde Pepe era generoso, Jose era desprendido. Donde el primero amable, el segundo cortés. Donde uno torpe, el otro desmañado. Si Pepe trabajador, Jose currante. Si este tozudo, aquel porfiado. Seguro, decidido y fiel uno de los dos. Invariable, constante y leal el hermano, el semejante, el próximo, el pariente. Claro que eso podía tener que ver con la similitud, la analogía, el parecido, el paralelismo, la semblanza, la parejura, la afinidad de sus historias. Cuando Pepe nació, Jose fue dado a luz. Cuando el primero recibió la primera paliza del padre, el segundo obtuvo su tunda prístina. Cuando uno le pidió para salir a Paca, el otro se hizo novio de Francisca. En el momento en que Jose se casaba, Pepe contraía matrimonio. El día en que llegó el primer hijo de uno, fue la jornada en que nació el retoño del otro. A la vez que uno se empeñaba para comprar una casa, el otro se hipotecaba para adquirir un hogar. La época en que Pepe decidió operarse de hemorroides, fue el período que Jose escogió para que lo intervinieran por almorranas. Llegó hasta tal punto esa compenetración, ese entendimiento, esa coincidencia, esa identificación, que la fecha de la muerte de uno de los hermanos fue la data de defunción del otro y para ser respetuosos con su estilo de vida, se organizó un solo entierro y una sola inhumación.
Diagnóstico: Sinonimia (Figura retórica, llamada también metábole, que consiste en usar palabras sinónimas en un mismo contexto).
Flavia Company
Transtornos literarios. Ed. Páginas de espuma. 2011
[wpmltrack]