Su reencarnación no le sorprendió en absoluto: tantos años olvidados en el bar sólo podían reconvertir su alma en taburete.Lo jodido era tener que sostener a tantos desolados culos.
Alejandra Díaz-Ortiz
Su reencarnación no le sorprendió en absoluto: tantos años olvidados en el bar sólo podían reconvertir su alma en taburete.Alejandra Díaz-Ortiz
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Me encantan tus sorpresas, querido Carlos… Eres un buen karma…
Besos