Todo es historia

orlando romano A lo largo de los años, apaciguó los continuos requerimientos de su esposa con historias, miles de historias -siempre distintas- que le susurraba al oído mientras ella, en éxtasis feliz, lo recibía dentro de su cuerpo: fue un pirata que la violaba en las Antillas, un secuestrador que la amaba (con los ojos vendados) en su escondite, un escolar de doce años en un aula vacía con su maestra…
Jamás se vio a dos seres tan eternamente enamorados, tan fieles, tan fogosos y tan satisfechos.
Todo gracias a las historias, a las que él susurraba y también a las otras, más deliciosas y prohibidas, que ella se contaba a sí misma.

Orlando Romano

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