Un ombú amaestrado es un espectáculo digno de verse. Los hay capaces de resolver problemas matemáticos simples (sumas y restas), aunque muchos afirman que es un truco. Hubo un domador que exhibió a su ombú dando vueltas a la pista en un monopatín, causando destrozos en la platea y pánico entre los niños. Entonces el director del circo atacó al ombú con un hacha, pero aparentemente el accidente fue una excusa, aparentemente algo había entre ese solitario gigante de las pampas y la mujer del director. El domador cobró el seguro y nunca quiso contar nada.Ana María Shua