En la noche de verano, tranquila y cálida, solo se oye la respiración de mi hija, que duerme, y el suave ronronear de una heladera en celo llamando a su pareja.
Ana María Shua
En la noche de verano, tranquila y cálida, solo se oye la respiración de mi hija, que duerme, y el suave ronronear de una heladera en celo llamando a su pareja.
Ana María Shua