2.797 – Las metamorfosis

jose-emilio-pacheco  Pigmalión, gran escultor de Chipre, creó una estatua más bella que todas las mujeres y todas las obras de arte. La llamó Galatea. Apasionado, la besaba y acariciaba. Galatea no respondía a su creador. En su desesperación Pigmalión rogó a Venus que le diera vida a la estatua. Galatea al fin cedió a sus caricias. Durante unos meses todo fue pasión y placer. Luego empezó la discordia. Llegaron los celos, el egoísmo, los rencores. Pigmalión y Galatea acabaron por separarse. Ahora se odian y cuando se encuentran en algún lado no se dirigen la palabra.

José Emilio Pacheco
Después de troya.(Edición de Antonio Serrano Cueto). Menoscuarto Ediciones. 2015

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