Un matrimonio mal avenido recibe invitados. Hay pollo con salsa portuguesa. La esposa le sirve la parte blanca al invitado y le ofrece salsa. El marido sospecha de su mujer. Con ridícula cortesía le ofrece salsa a la invitada. La esposa sospecha de su marido. Insiste en agregar salsa al plato del invitado. Los invitados sospechan fuertemente del pollo.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Minificción reunida. Ed. Páginas de espuma, 2009
Pero qué buena es Ana María Shua. Qué lección del alma humana en cuatro líneas, en un micro redondo.
Un cuento muy bien elegido, Carlos.
Un abrazo.
jajajajajajajaj… Fenomenal!!! Me ha gustado. No se puede explicar más con menos palabras.
Un saludo.