La mujer que vuela

ana maria shua 8 Puedo volar -dice la mujer. Se la ve grande y cansada. Fue bella.
– Trapecista. Una genial trapecista- entiende el director del circo.
– No. Yo vuelo. De verdad.
– ¿Con cables invisibles? ¿Con un sistema de imanes, como el mago David Copperfield?
– Usted no entiende. Como Súperman.
La mujer alza el vuelo y da una vuelta completa alrededor de la carpa.
– Una gran artista. Pero no es este su lugar, señora – el director es sincero y odia tener que rechazar a una gran artista. – Este es un modesto circo de minicuento. Estoy seguro de que tendrá más suerte en una novela de realismo mágico.

Ana María Shua

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