Joven rosada rozagante lleva a componer reloj de péndulo. Relojero desarma maquinaria. Al volver a montarla, sobran piezas. Joven rosada rozagante acude a retirar artefacto. Se le entrega reloj en perfecto funcionamiento y paquete con piezas sueltas. Joven encañona relojero exigiendo devolución horas faltantes. Botón de alarma disimulado en el piso. Intervención policial. Declarada inimputable, joven pierde color y lozanía internada en institución pública. Relojero ladrón vive más de lo que hubiera merecido.
Categoría: Ana María Shua
2.812 – Última voluntad
Antes de morir exige que su cuerpo sea ungido con mirra y con incienso, que sea cremado, que sus cenizas se recojan en una urna de alabastro, que sus deudos las esparzan desde un helicóptero sobre toda la ciudad con la máxima ecuanimidad posible: que ningún barrio reciba más que otro.
Después de muerto sus deudos descubren que el incienso no sirve para ungir y lo entierran en la Chacarita.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Minificción reunida. Ed. Páginas de espuma, 2009
2.788 – Cuento de Navidad
El mundo está lleno de tipos así. Usa el pelo largo y canoso como un hippy viejo o un mendigo. No tiene familia. Le faltan dientes. Si Jesús hubiera llegado soltero a los cincuenta, se parecería a él. De vez en cuando los muchachos le pagan un Vino para escucharlo hablar en Arameo. El problema es el barrio, la solidaridad de esquina. El día de Nochebuena se esconde para evitar que le festejen el cumpleaños en vez de crucificarlo decentemente, como a otros más afortunados.
Ana María Shua
2.768 – Caníbales y exploradores
Los caníbales bailan alrededor de los exploradores. Los caníbales encienden el fuego. Los caníbales tienen la cara pintada de tres colores. Los caníbales están interesados en el corazón y el cerebro, desprecian la carne tierna de los muslos, el resto de las vísceras. Los caníbales ingieren aquellas partes del cuerpo que consideran capaces de infundir en ellos las virtudes que admiran en sus víctimas. Los caníbales se ensañan sin goce en su banquete ritual. Los caníbales visten las prendas de los exploradores. Los caníbales, una vez en Londres, pronuncian documentadas conferencias sobre los caníbales.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Minificción reunida. Ed. Páginas de espuma, 2009
2.760 – El caballo volador
En todas las versiones de este cuento clásico el caballo es de madera o de metal. La princesa es siempre bellísima y está encerrada más allá de las nubes. Su lujosa prisión suele ser un palacio que flota en aire por arte de magia y otras veces una torre muy alta.
Un príncipe, es el héroe: monta en el caballo volador y se gana el amor de la princesa. En algunas versiones el caballo despliega sus alas. En otras, vuela llenando la tripa de aire.
Curiosamente, el inventor de semejante prodigio es un sabio feo, insignificante, en ocasiones malvado, que entregaría con gusto la facultad de inventar caballos voladores a cambio de ser hermoso y valiente, a cambio de ser el príncipe, a cambio de lograr el imposible amor de la princesa.
Exactamente lo mismo le pasa al autor del cuento.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Ed. Páginas de Espuma.2009
2.754 – El olmo de mi hermana
Al olmo de mi hermana le diagnosticaron la enfermedad holandesa de los olmos. El tratamiento era muy caro: se decidió que la enfermedad siguiera su curso fatal. Pero el árbol era viejo y astuto. A lo largo de un siglo había entrelazado sus raíces con la cañería de la cloaca. Su muerte resultaría más cara todavía. Por dos mil dólares, con una enorme jeringa conectada a un motor, se le inyectó lentamente, en veinticuatro horas, una cubeta de líquido con medicamento.
Según los expertos, el olmo está ahora sano y fuerte y no hay que hacer caso de sus síntomas de hipocondríaco. Como la tala es peligrosa, se duda entre la psicoterapia o la mudanza.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Ed. Páginas de Espuma.2009
2.746 – El insuperable arte de Ma Liang
Ma Liang fue un legendario pintor chino cuya imitación del mundo era tan perfecta que podía transformarse en realidad con la pincelada final. Un Emperador le exigió que pintara el océano y en él se ahogó con toda su corte.
Para superar el arte de Ma Liang, occidente inventó la fotografía y después el cine, donde sobreviven los muertos repitiendo una y otra vez los mismos actos, como en cualquier otro infierno.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Ed. Páginas de Espuma.2009
2.724 – 139
Dícese que el demonio suele adoptar la forma de un macho cabrío o de un gran perro negro. Dícese también que un fuerte olor a azufre suele preceder a su aparición. Dícese que aún en su forma humana suele gastar larga cola y pezuñas hendidas. Estas y otras especies tranquilizadoras suelen difundir los habitantes de la Tierra, mirándose los pies con gran alivio.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Ed. Páginas de Espuma.2009
2.719 – Reunión de padres
En la reunión de padres de la escuela se discuten diversos métodos para ejecutar a la maestra. La mamá de Romina revuelve el café con un dedo que se disuelve lentamente en la taza. En mi época, recuerdo con melancolía, se optaba por la lapidación, y los ejecutores eran los alumnos mismos. En el patio, como siempre, se escuchan gritos.
Ana María Shua
Cazadores de letras. Ed. Páginas de Espuma.2009
2.709 – Abaratando costos
Algunos masoquistas disfrutan con la idea de que otros asistan a su humillación. Los que pueden hacerlo contratan dos o más pupilas. Pero para los verdaderamente ricos está prevista la participación de cinco mil extras y el alquiler del estadio. (Se rumorea que los espectadores son sádicos, que se les cobra la entrada).