-Salí, cobarde. Salí, si sos hombre. Salí para que hablemos.
Adán, frente a su reflejo, se hablaba por primera vez, maravillado de encontrar, por fin, a otro como él.
-Salí, cobarde. Salí, si sos hombre. Salí para que hablemos.
Adán, frente a su reflejo, se hablaba por primera vez, maravillado de encontrar, por fin, a otro como él.