1.532 – Olvido

Cesar Antonio Alurralde Busco a mi perro que lo apodamos «Olvido», cuyo mote jamás recuerdo. Mi mujer le colgó del cogote un collar con la palabra Olvido para ayudarme. Todo resultó en vano pues el perro se lo pasa en la calle. Yo en casa, y con mi falta de memoria trate de llamarlo por su nombre que siempre olvido, aunque de sólo pensarlo, él viene.

César Antonio Alurralde

1.525 – Pedro Lapso y la fuerza gravitatoria

antonio serrano cueto En la víspera del nacimiento de su primer hijo, a Pedro Lapso se le cayeron varios objetos de las manos. Los más eran menudencias recuperables y su caída no produjo ningún quebranto.
Sin embargo, otros eran objetos valiosos que estallaban con estrépito y pasmo. Era como si la fuerza gravitatoria se hubiese empeñado en demostrarle su omnipresencia. Asustado y temiendo males mayores con el niño, Pedro Lapso se amputó los brazos. Por eso no pudo evitar, aun estando a su lado, que a su mujer se le escurriese el bebé.

Antonio Serrano Cueto
http://antonioserranocueto.blogspot.com.es

1.518 – El rito

ismael pinera tarque La ley estableció que sólo a aquellos a quienes sonriera la fortuna de alcanzar la provecta edad de cien años les sería dable acceder a la cámara más íntima del palacio real, a fin de presentar sus respetos al monarca. Éste, contrariando los protocolos, los aguardaría de pie, a la puerta de la gran sala, y los guiará del brazo hasta la puerta de la gran sala, y los guiaría del brazo hasta su propio trono, invitándolos a sentarse en él, hecho al que los ancianos accederían no sin visibles muestras de perplejidad. Una vez así acomodados, el monarca se dirigiría a ellos con el título de majestad y les rendiría todos los honores imaginables. El anciano, en fin, aun sin comprender cómo ni por qué, se convertía durante un rato en el rey que había ansiado ver. En caso de hesitación el monarca estaba autorizado, incluso, a confirmárselo de palabra:
-Vos sois, mi señor, el rey de este palacio -le diría al atribulado visitante.
A continuación, la guardia real entraría en la sala y uno de los lugartenientes se acercaría al anciano y, tras prosternarse ante él, lo degollaría de un limpio mandoble.
A cada ocasión, el trono real sufría la violencia de la sangre. Era el propio monarca quien, humildemente arrodillado en el suelo, lo limpiaba con minuciosidad hasta hacer desaparecer la última mancha. Y luego se sentaba a esperar.

Ismael Piñera Tarque
La voz de Asturias, El cuaderno. 24 de diciembre de 2011

1.511 – El escritor calvo

rafael camarasa Se niega a creer que su alopecia es una enfermedad sin poesía. Es mejor pensar que años de viento le han arrebatado la cabellera y que sus mechones se enredan hoy con los árboles de los bosques que caminó Thoreau, flotan sobre las frías olas de Punta Desengaño o se mezclan en el brebaje de algún santero del Sur. Acaso viven enterrados bajo el polvo de algún camino de Addis Abeba, donde la luz hace más largas las sombras esqueléticas de las mujeres. Territorios de niebla en los que el cielo no perlará de lluvia su calva y a los que no llegará sin las mentiras que ahora tú lees sobre el viento.

Rafael Camarasa
Por favor, sea breve 2. Edición de Clara Obligado. Ed. Páginas de espuma. 2009

1.497 – De fácil acceso

jose maria merino 3 Estuvo trabajando quince días en Madrid, y a lo largo de sus investigaciones localizó en la Biblioteca Nacional tres asuntos que podían servirle para su tesis: una leyenda piadosa morisca, un cuento maravilloso sefardí y una historia simbólica gitana. En los tres era una mujer la protagonista, los tres hablaban de purificaciones y sacrificios propiciatorios. Regresó a los Estados Unidos, e intentaba encontrar el hilo conductor que le aclarase la verdadera naturaleza de los tres asuntos. Mágico, Memoria, Misterio, Mito, Mujer. También Multicultural. Habló de ello con la #adviser# de su tesis. Mas entre aquellas ficciones antiguas, la profesora, que era ferviente posmoderna, no veía otro hilo que la perpetuación de la violencia doméstica.

José María Merino
La otra mirada. Antología del microrrelato hispánico. Ed. Menoscuarto. 2005

1.490 – Grandezas de la burocracia

MarcoDenevi34 Cuentan que Abderrahmán decidió fundar la ciudad más hermosa del mundo, para lo cual mandó llamar a una multitud de ingenieros, de arquitectos y de artistas a cuya cabeza estaba Kamaru-l-Akmar, el primero y el más sabio de los ingenieros árabes.
Kamaru-l-Akmar prometió que en un año la ciudad estaría edificada, con sus alcázares, sus mezquitas y jardines más bellos que los de Lusa y Ecbatana y aún que los de Bagdad. Pero solicitó al califa que le permitiera construirla con entera libertad y fantasía y según sus propias ideas, y que no se dignase a verla sino una vez que estuviese concluida. Abderrahmán, sonriendo, accedió.
Al cabo del primer año Kamaru-l-Akmar pidió otro año de prórroga, que el califa gustosamente le concedió. Esto se repitió varias veces. Así transcurrieron no menos de diez años. Hasta que Abderrahmán, encolerizado, decidió ir a investigar. Cuando llegó, una sonrisa le borró el ceño adusto.
-¡Es la más hermosa ciudad que han contemplado ojos mortales! -le dijo a Kamaru-l-Akmar-. ¿Por qué no me avisaste que estaba construida?
Kamaru-l-Akmar inclinó la frente y no se atrevió a confesar al califa que lo que estaba viendo eran los palacios y jardines que los ingenieros, arquitectos y demás artistas habían levantado para sí mismos mientras estudiaban los planes de la futura ciudad. Así fue construida Zahara, a orillas del Guadalquivir.

Marco Denevi
Falsificaciones. Thule ediciones S.L. – 2006

1.483 – Zenón y el tren

federico fuertes guzman5 Zenón. Las paradojas. La flecha que nunca llega a su destino, el corredor que jamás alcanzará la meta. Buenas teorías. Pero escuche mi problema y actúe. Mi novia es Celinda. Mi amante, Belinda. Los hermanos de la Celi tomando una cinta adhesiva, colocándola en mi boca, pasándome unas cuerdas alrededor del cuerpo, introduciéndome en el fondo del maletero de un coche negro. Vamos por caminos sin asfalto hasta llegar a un paso a nivel sin barrera. Me depositan atravesado en la vía: mi cuello en un rail, mis piernas en el otro. Se van. Llega el tren. Es una luz allá lejos, querido amigo Zenón, una luz que se acerca y silba. Y sus paradojas ahí, sin hacer nada, plantadas como pasmarotes con sus inútiles trajes teóricos.

Federico Fuertes Guzmán
Los 400 golpes. E.D.A. libros,2008

1.476 – Numérico

federico fuertes guzman5 Dan las 17 horas en el reloj y corro hacia casa a 14 kilómetros por hora. Llego al portal, subo los 5 tramos de 11 escalones y abro las 4 cerraduras de la puerta. 36 losetas rojas y 2 habitaciones separan el vestíbulo de la cocina, iluminada con una bombilla de 220 voltios. Mi mujer está inclinada con la cara apoyada en la encimera mientras un señor, de pie y pegado a su trasero, le introduce en el cuerpo un apéndice de unos 25 centímetros. Ella dice que quiere + y + y que siga así hasta el 8.
Mi corazón palpita a 120 pulsaciones por minuto, pero sé lo que tengo que hacer. Saco mi pistola y divido las 6 balas del cargador entre las 2 cabezas. 3 para cada una.

Federico Fuertes Guzmán
Los 400 golpes. E.D.A. libros,2008

1.469 – Autobús

Luis_mateo_Diez33 Ella sube al autobús en la misma parada, siempre a la misma hora, y una sonrisa mutua, que ya no recuerdo de cuándo procede, nos une en el viaje trivial, en la monotonía de nuestra costumbre.
Se baja en la parada anterior a la mía y otra sonrisa furtiva marca la muda despedida hasta el día siguiente.
Cuando algunas veces no coincidimos, soy un ser desgraciado que se interna en la rutina de la mañana como en un bosque oscuro.
Entonces el día se desploma hecho pedazos y la noche es una larga y nerviosa vigilia dominada por la sospecha de que acaso no vuelva a verla.

Luis Mateo Díez
La otra mirada.Antología del microrelato hispánico. Ed. Menoscuarto.2005