El día de mi funeral, nadie vino a consolarme. Mis amigos pasaban por delante de mis narices con cara de afligidos, pero besaban a mi esposa y a mis hijos como si ellos tuviesen alguna parte en este oscuro viaje. Jamás perdonaré tanto abandono.
Un comentario en «1.368 – Sin perdón»
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Uff que triste no? no me podria ni imaginar que sensación tubo que pasarle por todo el cuerpo al ver tal escena. La soledad ante un suceso tan terrible como la muerte y que no vayan tus seres queridos a tu funeral ya es como estar muerto.