1.158 – ¡Suerte perra!

 Levantó la tapa de uno de los tambores y arriscó la nariz cuando el vaho pestilente emanó. Un perro olfateaba cerca. Vació la basura que traía y lo tapó nuevamente. Una arcada la hizo escupir el chicle que masticaba.
Agitando un periódico, con los ojos desorbitados, Javier llegó a la casa y llamó a gritos a su mujer
-¡Le acerté al Loto mijita! ¡Le acerté! –gritó el hombre.
Clara soltó el tarro de la basura y corrió a abrazarlo. Giraban en la habitación, riendo y llorando, sin pronunciar palabra, echando a volar su imaginación.
-¡El comprobante! –dijo el hombre. -¡Lo dejé aquí, sobre el mueble de la cocina!
Lo buscaron en cajones y repisas y éste no aparecía. Una desesperada angustia dio paso a la alegría inicial. Clara dio un grito.
– ¡La basura! ¡Yo limpié el mueble y boté recién la basura!
Escucharon el característico ruido de los tambores al rodar.
-¡Corre Clara, corre! ¡El camión se va! –apuró Javier.
Llegaron a la calle y emprendieron una loca carrera tras el vehículo, gritando y gesticulando.
El perro los vio pasar mientras intentaba despegarse un arrugado papel, adherido a su pata con un chicle.

Carlos Núñez Cerda
http://carnucer.blogspot.com.es/

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