Cayó el muro

ORLANDO VAN BREDAM El día que cayó el muro de Berlín, yo estaba jugando al fútbol en una canchita de barrio en El Colorado. Fue sintomático. Se comprobaba el fin de las ideologías, desaparecían la izquierda y la derecha. Con los muchachos nos dimos cuenta enseguida. A mí, que siempre me costó patear con la zurda, la sentía ahora más enérgica y creativa. Este asunto de la caída del muro venía en serio, hasta algunos escombros cayeron cerca de nuestro arco y nuestro arquero, inocentemente, los adjudicó a la hinchada adversaria. Nada de eso. El mundo cambiaba. Ahora daba lo mismo patear con la derecha o la izquierda. Nadie hacía diferencias. Eso sí: terminó imponiéndose el juego aéreo, por arriba; los que juegan por arriba usan la cabeza para jodernos, en cambio los que no tenemos astucia ni malicia seguimos pateando por abajo, como podemos.

Orlando Van Bredam

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