3.109 – En Suiza

alonso ibarrola  Era una residencia cara y de prestigio. Quizá la más cara y la de mayor prestigio de Suiza. Todos los hijos de las familias más notorias de Europa recibían, en la misma, educación e instrucción. A su servicio figuraban un crecido número de sirvientes de ambos sexos, en su mayoría extranjeros. El último de los contratados, un joven turco de famélica figura, se esforzaba por agradar a la Dirección y complacer a los educandos. Limpiaba los retretes, servía los desayunos, recogía las pelotas con destreza en las pistas de tenis, llevaba los cestillos con provisiones en las excursiones por la montaña (a la hora del yantar se alejaba discretamente de los grupos y comía en solitario sus bocadillos), etcétera. Un día, en la clase de equitación, al estar uno de los caballos enfermo, como quiera que una niña de ojos azules y cabellos rubios se pusiera a berrear, al ver que quedaba en tierra y sus compañeros se alejaban en sus monturas, se ofreció a llevarla sobre sus hombros. La niña se divirtió mucho. El joven turco extenuado no pudo al día siguiente servir los desayunos.

Alonso Ibarrola
No se puede decir impunemente ‘Te quiero’ en Venecia.Visión Libros. 2010
http://www.alonsoibarrola.com/

Deja un comentario