2.775 – El protagonista

Manu Espada (1)  -Por favor, recapitulemos las premisas de la investigación para llegar a una conclusión viable.
-Todo comenzó cuando Sancho se esfumó, como por arte de magia, de la faz de la tierra. En un principio desconfiamos de la locura de su amo, pero las sospechas que recayeron sobre el hidalgo se disiparon pronto. A las dos semanas borraron al capitán Haddock. No quedó ni rastro de ese borracho en ninguna viñeta. Nosotros entramos en acción cuando Rick nos pidió que investigásemos la desaparición de Sam, el pianista negro, de todos los fotogramas de la película. Desde entonces, barajamos varias hipótesis que nos han llevado a una conclusión: un psicópata está asesinando a los personajes secundarios. Nuestra conjetura quedó confirmada cuando recortaron de las hojas a los Dalton, dejando un maligno vacío que superaba a los propios personajes. Tacharon los diálogos de todas las hijas de Bernarda Alba y taparon con típex las palabras del alférez Yago. De todo ello, si me permite, y siempre desde el punto de vista freudiano, he elaborado una teoría propia: el homicida tan solo puede ser un personaje egocéntrico que, movido por los celos profesionales hacia un secundario cercano a él que le hace sombra en lo laboral, ha decidido librarse de todos los de su especie. Es decir, el psicópata es un personaje protagonista que desea brillar en solitario y quiere librarse de la candela refulgente que le acompaña. ¿Estoy en lo cierto?
-Elemental.

Manu Espada
Personajes secundarios. Ed. Menoscuarto, 2015.

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