2.711 – El don

Ruben Abella  Su padre le dio un cachete por fantasioso y embustero, y desde entonces no ha vuelto a contarle a nadie lo que le pasa. Pero lo cierto es que le pasa: percibe en sueños lo que ocurrirá durante el día. Sin ir más lejos, ayer mismo soñó que su padre perdía un dedo arreglando las aspas de un ventilador.

Rubén Abella
Los ojos de los peces. Ed. Menoscuarto, 2010

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