Va a la biblioteca a buscar un libro de Millás pero se da cuenta de que en el lugar del libro de Millás está un libro de Torrente Ballester, de manera que piensa que seguramente en el lugar donde antes estaba el libro de Torrente Ballester estará el de Millás, y entonces se apresura al librero donde estaba el lugar del libro de Torrente Ballester pero se da cuenta de que en lugar de encontrar el libro de Millás, que debería estar allí en lugar del de Torrente Ballester, encuentra el libro de Valle-Inclán, de manera que piensa que seguramente en el lugar donde debería estar el libro de Valle-Inclán estará el libro de Millás, el cual, por algún descuido, fue a colocar ahí en aquella noche de desvelo, aunque no se explica cómo pudo haber llegado ahí el libro de ValleInclán, así que para salir de dudas va donde el lugar del libro de Valle-Inclán y en lugar del libro de don Ramón encuentra un libro de Galdós, escritor que hacía años o décadas no leía, y que no se explica por qué dejó de leer si sus enseñanzas lo llevaron, primero, a don Ramón del Valle-Inclán y, después, a Torrente Ballester y a Millás, así que, sin pensarlo dos veces, saca el libro de Galdós y, evitando ser sorprendido, a solas en su biblioteca, frente a la fotografía de Jovellanos, vuelve a empezar.