Mi antiguo enamorado me tenía entre algodones de azúcar y siempre repetía que yo era la más dulce; era su bombón de chocolate, su caramelo masticable. Por desgracia una creciente diabetes lo obligó a apartarse de mi lado.
La separación me agrió a tal punto el carácter que a mi nuevo pretendiente le produje acidez. Ahora a ninguno el resulto apetecible. Muy a mi pesar tendré que alejarme de esta secta de caníbales entre los cuales me sentía muy querida si bien algo diezmada.
Un comentario en «2.097 – La pérdida del amor»
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Me ha gustado el ,digamos, microrrelato. Me hizo reir lo de la diabetes…
Salud !