2.047 – La adolescencia triste del buen señor Quijano

caresantos_a  Mirar por la ventana. Un día y otro día. Ver declinar el sol, amedrentar la lluvia, bostezar al compás de la naturaleza, comer sin mucha gana, acariciar los libros. Un día y otro día, mirar por la ventana.
Pesadillas repletas de molinos de viento cuando sube la fiebre.
Qué habrá detrás de tanto trigal adormecido, más allá de la línea del horizonte llano y más lejos aún, en el aire, en los sueños.
No atreverse a mirar a los ojos de Aldonza, cuando pasa mecida por tanto aburrimiento.
Y decirse, de pronto: «Algún día, lo juro, conseguiré ser otro».

Care Santos
Por favor sea breve 2. Ed. Páginas de espuma. 2009

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