2.043 – Día libre

  leon_de_aranoa  Se lo toma la muerte el jueves, cansada de trabajar. Los suicidas aterrizan dulcemente en las aceras, decepcionados, ilesos. Nadie muere en los frentes: los bombardeos no causan bajas, los pelotones de ejecución yerran el tiro y los generales, avergonzados, presentan su dimisión.
Las catástrofes naturales se suceden, inofensivas. Los niños descalzos juegan a las aguadillas en las terribles inundaciones, los terremotos son caballito de feria. Cientos de miles no mueren, no se hacen llamados a la solidaridad internacional: no se abren cuentas corrientes, no hay luto ni gala benéfica. Los tenistas no subastan sus raquetas.
Cierran los hospitales, nadie muere en las urgencias. Médicos y enfermeras juegan en los quirófanos a médicos y enfermeras. No se mata en los mataderos: sólo el tiempo muere. Bailan de contento las víctimas, lloran con razón las plañideras. A los verdugos se les olvida cómo se mata, cierran por defunción los cementerios, y el altar del sacrificio sale al fin a subasta.
Al día siguiente vuelve la muerte al trabajo feliz, descansada. Decidida a recuperar la tarea pendiente.

Fernando León de Aranoa
Aquí yacen dragones. Seix Barral, Biblioteca Breve.2013

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