Antes de entrar en la taberna, dejaba su sombra atada a una farola. Después, borracho, le pedía que le llevara a casa.
Ángeles Sánchez
http://www.revistaparaleer.com/premiosms2011/mas_votados/19/25
Antes de entrar en la taberna, dejaba su sombra atada a una farola. Después, borracho, le pedía que le llevara a casa.
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Qué bueno verte aquí, Ángeles. Ya me gustó en su día. Me atraen mucho la vida de las sombras.
Un abrazo.
Otra maravilla de Ángeles. Qué grandes son las sombras que nos ayudan
Muchas gracias amigos, por vuestras palabras y al autor del blog. Siempre es una alegría que las sombras de lo que escribimos se nieguen al olvido, se cuelen por aquí y por allí, como este microrrelato rescatado por » Un cuento al día».