2.008 – El arañazo

alonsoibarrola  Tenía un carácter irascible. Amaba a su mujer, a sus hijos y a su coche, especialmente a este último. Un día, fueron todos en el coche a visitar un gran zoo, donde los animales vivían en plena libertad. Tomaron las precauciones indicadas al entrar en la zona de los leones, cerrando herméticamente todas las ventanillas. Los leones dormían apaciblemente y un guardia, solícito y con el ánimo, sin duda, de ganarse una propina, empujó con su «jeep» a uno de ellos, de porte majestuoso, para que pudiera obtener una buena fotografía. El león mostró desgana y disgusto y de un zarpazo arañó la carrocería del coche. Su propietario, indignado, salió del interior y con una llave inglesa propinó un tremendo golpe en todo el morro al león que, asombrado, huyó despavorido. El guardia protestó, pero el conductor, ciego de furor, se abalanzó contra su garganta y no lo mató porque intervinieron a tiempo su mujer, hijos y compañeros del guardia, que tras ímprobos esfuerzos, lograron dominarlo finalmente.

Alonso Ibarrola
No se puede decir impunemente ‘Te quiero’ en Venecia.Visión Libros. 2010
http://www.alonsoibarrola.com/