3.451 – El cielo y la tierra

    No estoy muerto; lo sé con certeza porque a los muertos no les despierta su madre un domingo a las nueve de la mañana para ventilar la habitación. No estoy muerto y, sin embargo, ¿no fue el paraíso donde anoche me llevaron tus besos?

Javier Alonso García-Pozuelo

3.186 – El último crimen ejemplar

javier-alonso-garcia-pozuelo   El último ejemplar de Aprenda a controlar su ira reposaba sobre el expositor. El hombre de la mirada iracunda estaba, más o menos, a la misma distancia del libro que yo. Nada más verle avanzar en dirección al expositor, comprendí la magnitud de su insensatez. Lo supe de inmediato: sólo uno de los dos podía salir vivo de allí.

Javier Alonso García-Pozuelo

3.122 – Caso cerrado

javier-alonso-garcia-pozuelo  Nunca supe quién mató a la chica del supermercado. Papá se quedó sin trabajo y tuvimos que vender hasta los libros. Unos meses después me enteré de que la novela estaba en una de las bibliotecas municipales de mi ciudad, pero, por consideración a mi padre, decidí no reabrir el caso hasta que él recuperase su trabajo.
Ahora, mientras la tierra se traga su ataúd, sólo puedo pensar en que ya nunca sabré quién mató a la chica del supermercado.

Javier Alonso García-Pozuelo