¡Ese soy yo!

ramon g de la sernaCuando vi sacar aquel cadáver del agua, grité:

-Ése soy yo… Yo.

Todos me miraron asombrados, pero yo continué: «Ése soy yo… Ése es mi reloj de pulsera con un brazalete extensible… Soy yo».

-¡Soy yo!… ¡Soy yo! -les gritaba y no me hacían caso, porque no comprendían cómo yo podía ser el que había traído el río ahogado aquella mañana.

Ramón Gómez de la Serna

Soledades, Derrotas y otros desconciertos

cochecilloFue cuestión de mala suerte. No nos pusimos de acuerdo. Yo le cedía el paso y él a mí. Yo se lo volví a ceder y él me hizo seña de que pasara. ¡Parecía que no se fiara! Le volvía a hacer seña y él a mí. Por un momento nos quedamos los dos parados, ¡y justo cuando arranco se le ocurre pasar! Porque llevaba yo el coche. Si llega a ser a la inversa, a ver quién estaría ahora contándolo.

Javier Setó

Trucos de la abuela. Pendientes con brillo

pendientesLucir unos pendientes brillantes es lo mismo que ser un poco bruja. De hecho el brillo de los pendientes siempre ha sido más eficaz que cualquier conjuro. Si quieres que sea un brillo que enamore al chico que te mire a los ojos, deben tener algo rojo y algo color plata. Sumérgelos durante unos minutos en un vaso con agua y bicarbonato. Finalmente, sécalos con un paño de hilo. Además, para que su eficacia sea absoluta, procura perder uno de ellos en el coche de él si es un hombre casado, o en su casa si la tuviese. Te perseguirá, aunque sólo sea para darte tu merecido.

Cesar Silgado