Antes no me pegaba. Me gritaba, me insultaba y rompía cuanto estuviese cerca. Como esa puerta. ¿La ve? Era un infierno, pero no me pegaba.
Hasta hace tres años, que me dio el primer puñetazo y me rompió la quijada. Justo aquí. ¿Lo nota? Sí, me pidió perdón en el hospital, pero desde entonces cada vez fue peor. Se enfadaba antes y los golpes eran más duros.
No, nunca me defendí y nunca lo denuncié; a pesar de lo que me aconsejaban las tres amigas que tengo. Una sabe que las vergüenzas no hay que airearlas.
Por eso hoy puso una cara de incredulidad como nunca le había visto, cuando lo encañoné con la escopeta de mi difunto.
¿Lo último que me dijo? «Te faltan huevos para disparar, mamá».
Pedro Sánchez Negreira
http://entrenuncayquiensabe.blogspot.com/
Me gusta lo que escribe Pedro.
No conocía este relato de Pedro, que como todo lo que leído de él, se nota que esta cuidado al detalle. Refleja perfectamente ese drama de la violencia de genero, en este caso, agravado por quién lo comete, el hijo.
Me alegro de leerlo en esta página.
Saludos.
Recuerdo bien este micro, doloroso y certero, que da una vuelta de tuerca a la violencia de género colocándola entre una madre y un hijo.
Un beso, Luisa
Un texto que además de seguir echando luces sobre un tema tan acusiante cómo la violencia de género nos lleva, a través de una excelente construcción de datos ofrecidos y omitidos, a creer en la tristemente «Habitual» violencia dentro de una pareja.
Sin dudas, el final nos deja boquiabiertos.
Me gustó mucho, gracias por compartirlo.
Un abrazo desde Argentina.
Huevos le faltaban.
Coraje no.
Muy buen relato, con un final inesperado, puesto que estamos acostumbrados a otra violencia de ese tipo.
Un saludo, Pedro.
Ya conocía este relato, que me parece muy representativo de la concisión y la habilidad de Pedro, un maestro del giro. El tratamiento de un tema tan duro también me parece representativo del coraje del autor.
Buenísimo Pedro, lo había leído en tu blog, pero como toda buena obra de arte, en la segunda vez vuelve y te pega como en la primera. Felicidades por la publicación!
Excelente el relato de Pedro, justo en palabras y omisiones, con un final inesperado y magnífico.
Pedro, un relato estremecedor por la fuerza y la dureza de la situación que embarga al personaje y sobre todo por el giro final.
Impactante.
Felicitaciones por ser uno de los elegidos, tus letras lo merecen.
abrazos a miles
Felicidades por la elección y publicación, Pedro. Un lujo y además hacerlo con este micro que, como ya había comentado, es un acierto.
Ya te lo había leído, Pedro. Pero me he dejado volver a sorprender. Duro. Duro, tremendo y certero. Ni sobra, ni falta una palabra. Un abrazo.
Conocía este micro maravilloso. Muy merecida tanto la publicación como la excelente compañía, Pedro.
Un afectuoso abrazo
El micro cuento ya lo conocía por tu blog. Este enlaces nuevo a «Un cuento al día», es otro regalo. Gracias de nuevo, Pedro.
Es difícil olvidar este micro, por la manera en que está contado, como lleva al lector por donde quiere y luego le suelta esa frase final que es como un golpe. Es un micro magnifico.
Enhorabuena por estar aquí, entre los grandes, pues tu prosa es así: grande, inmensa. Un abrazo desde Vk.
Cuando lo leí por primera vez salí del blog como si yo fuera la que hubiese recibido un cañonazo. Es impresionante.
Enhorabuena Pedro!!!genial!me encantó. No lo recordaba porque son muchos los que leemos diariamente,pero sinceramente me gusto muchisimo. Te lo mereceres, estar aquí. Bikos compañeiro!!!!(En tu blog hace días que no puedo dejarte comentarios,sabes a que se debe????)
Este micro es un relato inmenso, ya lo conocía, de tanto leerlo, lo aprenderé de memoria, vale la pena, es muy bueno.
Cuando leí este micro me quedé bloqueada, ahora que lo vuelvo a leer mi cuerpo se ha estremecido…
La dureza de los hechos y la narración tan bien lograda hace que el lector no se pierda al llegar a ese final tan trágico e inesperado.
Pedro, escribes muy bien y me gusta leerte…
Besicos
Lo bueno de este micro es la tensión que imprimes y cómo dejas que nos creemos una imágen de los protagonistas para romperla al final sin compasión, y dejarnos KO `por todo aquello que duele cuando se trata de «hijos» y «madres»….
Felicidades por estar aquí.
Creo que este, es un buen sitio.
Un abrazo Pedro
Enhorabuena, por ser seleccionado tan merecidamente entre tan brillante compañía. Al tiempo estaremos haciendo cine.
Pedro: Me pusiste a pensar en aquellos niños y niñas de mi colegio, que viven su propio drama y que como profes ignoramos por que es su problema.
Gracias por pasar por mi blog, Abrazos microgigantes.