Puntualidad

angel olgoso 2Todos los veranos regreso al lugar que un día ocupó mi pueblo, sumergido desde hace treinta años bajo las aguas del pantano. Me siento en la orilla, o en un roquedo, y cada mañana, a las diez en punto, escucho un sonido que sube desde las profundidades, un tintineo sordo, conmovedor, helado como una pena. No, no es el tañido de las campanas de la iglesia, me digo siempre, se parece más al timbre de la bicicleta del cartero.

Ángel Olgoso

Perspectiva (A Nicolás Palma)

angel olgoso 2En la habitación del hospital el padre contempla, por primera vez y con infinita dulzura, a su hijo recién nacido. Es hermoso, de una inocencia irradiadora, rozagante. El padre nota cómo una corriente de júbilo asciende desde algún lugar de su interior y amenaza con desbordarse y reventar cada grieta hasta que levanta un poco los ojos y ve, bajo el techo, levitando pacientemente, con esos acerados destellos de sus filos, cientos de espadas de Damocles que cuelgan justo sobre el cuerpecito de su hijo. Vuelve la cabeza hacia su mujer y sabe al instante que ella lo sabe, pero ninguno dice nada.

Ángel Olgoso