1.592 – La fuga

alonso-Ibarrola32 Decidieron fugarse, al igual que lo habían hecho tantas parejas de enamorados a lo largo de los siglos. A su vuelta, ante el hecho consumado, los padres de la muchacha no tendrían más remedio que aceptar la situación. El plan salió a la perfección, pero se sintió molesto al regreso, ante la efusiva alegría de los padres de la muchacha, que en momento alguno tuvieron palabras de reprobación. Se casaron de inmediato y meses más tarde, tomando café en casa de sus suegros, pudo enterarse por ellos, gracias a una trivial conversación en torno al carácter fantasioso e infantil de su hija, de lo propensa que había sido su mujer a fugas y escapatorias. Lo achacaban a la lectura de novelas, a la televisión, al cine, a las malas compañías… «Desde luego, usted fue el único que se atrevió a presentarse con ella», afirmó la madre, mirándole con ojos agradecidos y tiernos.

Alonso Ibarrola
No se puede decir impunemente ‘Te quiero’ en Venecia.Visión Libros. 2010
http://www.alonsoibarrola.com/

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