Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto. Parece fortuito pero sabemos que después se pasará un buen rato cantando. Seguimos a lo nuestro. Papá pega una nueva pieza en su maqueta absurda. Cándida enjuaga cansancio y platos en el fregadero. Mi hermana perfecciona su maledicencia con la vecina. Yo escribo. De pronto se deja oír un trino largo, un gorjeo maravilloso, quiebros imposibles, floreos, cascabeles, y, como todas las mañanas, vemos salir a mamá volando por la ventana. Volverá al atardecer para dormir en el perchero del dormitorio. Yo quería internarla pero papá fue categórico.
—¿Acaso no quieres ser tú poeta? Déjala a ella que sea pájaro.
4 comentarios en «1.403 – Locura Familiar»
Deja un comentario
Disculpa, debes iniciar sesión para escribir un comentario.
Siempre es un placer verse publicada en tu blog. Muchas gracias. Un abrazo.
Mar Horno, además de ser un espejo en el que a muchos nos gusta mirarnos, es una imprescindible para todo aquel que disfrute de la microficción.
Gracias por traerla, Carlos.
Un abrazo,
Me ha encantado este cuento. Ha sido muy especial. Ya lo había leído pero me ha gustado que sea el primero que he recibido desde que me he suscrito a un cuento al día.
Gracias.
Este cuento me animó a volver a escribir después de muchos meses sin hacerlo. Es maravilloso.