Hasta el fin del mundo (amour fou)

manuel moya Al llegar a la curva de La Estafeta, nos lanzamos ciegamente hacia adelante, pero algo me decía que me volviera. No sé qué era ni por qué lo hice. Desde entonces todos se impusieron volverme a la carrera. Embestí a unos y a otros, y sentí a mi alrededor el acre olor del pánico. Había logrado remontar casi hasta la salida, cuando algo me dijo que estaba cerca, muy cerca de mí. Giré la cara, Dios, y era, era ella. Me molestó que también esta vez llevase el maldito cencerro, pero qué podía hacer, qué podía hacer, más que volverme sobre mis pasos y seguirla, Dios, seguirla hasta el fin del mundo.
Manuel Moya

Deja un comentario