El camino a casa

kafka¡Cuánto poder de persuasión tiene el aire después de una tormenta! Mis méritos se me aparecen, y me abruman aunque no les ofrezco ninguna resistencia.
Voy caminando, y mi marcha va al ritmo de este lado de la calle, al ritmo de esta calle, al ritmo del barrio. Por justicia, soy el responsable de todos los golpes a las puertas o sobre los tableros de las mesas; de todos los brindis, de las parejas de amantes en sus lechos, en los andamiajes de las nuevas construcciones, o las que están pegadas a los muros de las casas en las calles oscuras, o las que yacen en las otomanas de los prostíbulos.
Sopeso mi pasado junto a mi futuro, mas ambos me parecen magníficos. No puedo dar primacía a ninguno de los dos, y solo puedo hacer reproches a la injusta providencia que tanto me ha favorecido.
Pero cuando entro en mi habitación estoy algo pensativo, si bien al subir las escaleras no he hallado nada que justifique una reflexión. Poco me ayuda abrir la ventana de par en par, y que en algún jardín todavía estén tocando música.

Franz Kafka

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