3.435 – Rojo y negro

   Cuatro amapolas muy negras corretean por el prado. Ríen a carcajadas, se empujan, se soplan detrás de las orejas que, en este caso, son los pétalos. Dan carreras, se zambullen en los charcos y, por fin, llegan al pie de la carretera. Se miran asustadas porque tienen que cruzar para seguir retozando. Están enrojecidas por el esfuerzo. Allí las atrapamos y enterramos sus pies en el suelo. Se quedan quietas para siempre y rojas, terriblemente rojas de sudor, esfuerzo e ira.

Federico Fuertes Guzmán
Mar de pirañas. Ed Menoscuarto. 2012

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