Afirmaba conocer el alfabeto de la mímica y entender a la perfección el lenguaje utilizado por los sordomudos. Es por ello que entró a prestar servicio en un nuevo y original programa televisivo. Su labor sería cómoda y bien remunerada. Debía limitarse a ofrecer las noticias que un locutor leía previamente, con los signos habituales del método para sordomudos. Días más tarde fue despedido de empleo y sueldo, por la denuncia de varios telespectadores sordomudos. Por lo que se pudo saber más tarde, era un impostor. Ignoraba totalmente el alfabeto mímico y se lo inventaba sobre la marcha. Alegó que tenía necesidad de trabajo y que estaba convencido de que la cosa no tenía la menor importancia, pues las noticias no tenían interés alguno y a nadie perjudicaba…
Un comentario en «3.214 – Sordomudos»
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