3.084 – La visita

jose jimenez lozano  La única que dio la mano al director general, cuando vino a ver las chabolas, fue la señora Margarita, que estaba recogiendo la colada para que el director general no viese allí ropa tendida. Pero, de repente, paró un coche y casi no la dio tiempo a nada, aunque ya tenía recogida toda la ropa menos dos o tres pañuelos precisamente, que uno estaba un poco deshilachado.
—¿Cómo está usted? —dijo el director general que se bajó del coche como una exhalación.
—¡Bien! ¿Y usted? —dijo ella.
—¡Bien! —dijo el director general.
—¡Pues me alegro! —contestó ella.
Y, luego ya, el director general se puso allí a mirar unos planos con los que venían con él y, mientras la gente se fue acercando, ya había acabado de mirar los planos y de echar las miradas que echó al terreno donde estaban las chabolas, y dijo:
—Ustedes tendrán casa. ¡Y pronto!
Y se montaron todos en el coche, y se fue. Así que todos se acercaron a la señora Margarita para preguntarla qué es lo que la había dicho el director general, y ella dijo:
—No, nada, sólo me dio la mano.
—¿Y cómo tenía la mano? —la preguntaron entonces.
—¡Pues fría, ya veis! ¡Y como el asperón!
Y no la querían creer.

José Jiménez Lozano
Antología del microrelato español (1906-2011). Ed. Catedra.2012

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