2.951 – Un viaje imprevisto

javiertomeo  Las siete de la mañana. Subo al autobús urbano que debe llevarme al Parque Acuático, al otro lado de la ciudad. Me siento cerca del conductor y advierto que soy el único viajero.
«Aquí pasa algo raro», pienso.
Al principio todo parece normal. El conductor respeta las paradas. Se detiene ante las marquesinas y durante un momento mantiene las puertas abiertas, pero no sube nadie.
Humillado por la indiferencia de la gente, el conductor decide pasar de largo. No hay mucho tráfico y poco a poco aumenta la velocidad. Da la vuelta alrededor de la plaza de M. y en lugar de seguir por la calle de M., elige la calle de Z., que conduce al otro lado de la ciudad.
-¿Adónde me lleva usted? -le pregunto.
-Puede que ni siquiera yo mismo lo sepa -me contesta.
Le recrimino que no respete los semáforos y el hombre me recuerda que está prohibido hablar con el conductor. A partir de este instante, por lo tanto, me resigno a mi suerte y decido mantener la boca cerrada.
Que en este autobús haya, por lo menos, alguien que cumple las ordenanzas municipales.

Javier Tomeo
Antología del microrelato español (1906-2011)
Ed. Cátedra – 2012

Deja un comentario