Alguien ha empezado a tirar del hilo. Lo sabía. En cuanto alguien viera la hebra se empeñaría en cortarla de raíz, como si fuera imprescindible hacerlo. Ahí está. Así funcionan. Si alguien ve una puerta de armario abierta, la cierra, aunque ni le estorbe. Si tiene unas copas de cristal a mano, las choca para oírlas, y ya. Si le regalan flores, las huele sin pensar hacerlo. Así es. Es algo reflejo, genético y muy humano. Lo mismo, cuando encuentran a un hombre colgado de una viga, gritan como si les fuera la vida en ello. Luego, si se fijan, acaban arrancando esa hilacha de su pantalón.
2 comentarios en «2.283 – Lo inevitable»
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Ya lo he dicho en FB, pero te lo repito aquí: gracias, Carlos.
Un abrazo
Un abrazo. Ya sabes que esta es tu casa.