2.151 – Volar un momento

gabriel de biurrun  En ocasiones, desde el auto, observo compañía a un lado. Un pájaro. No es siempre el mismo. No puede ser. Por un instante acomoda su aletear secreto al bárbaro petardeo de la máquina. Lo veo por la ventanilla. Es un instante, no más. La memoria se encarga de ralentizarlo, de hacerlo dos instantes, tres; lo que tarda en dibujarse un sueño, lo que tarda uno en darse cuenta de que rueda a velocidad de pájaro.
Pero es un instante, no más. El pájaro no vuela más tiempo junto al auto. No es idiota. Sí es curioso, sin embargo, y quiere saber qué animal viaja en la panza del monstruo; a quién dejará perplejo con la máxima demostración de libertad.

Gabriel de Biurrun

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