2.005 – El ruido y el frío

raul ariza escritor 01  El árbol que hay a la entrada de casa no para de soplar sus hojas al viento. El muy tonto. Si sigue así no tardará en quedarse sin nada con lo que cubrirse.
Si yo fuese él, me enroscaría en mí mismo convirtiéndome en una caracola. Para conseguirlo, uno tiene que plegar las piernas, meter la cabeza entre ellas y abrazarse muy fuerte durante unos segundos. En el cole hacemos la caracola de vez en cuando y a todos nos resulta la mar de fácil, por lo que no entiendo cómo el árbol no sabe hacerla. Parece que esté tonto.
Aquí, dentro de casa, apenas siento el frío que a través del cristal noto que hace afuera. Seguro que el árbol lo está pasando fatal.
Aquí lo que hay es mucho ruido porque mamá lleva toda la tarde en un llanto. Empezó a llorar hace más o menos una hora, cuando papá le alzó la mano y le gritó que era una puta, y desde entonces no ha parado. Luego, entre gritos, papá le ha dado un empujón y la ha tirado al suelo, con lo que mamá se ha puesto a llorar aún con más fuerza. Y así sigue.
El ruido es tan insoportable, que papá ha tenido que irse de casa dando un portazo y renegando entre lágrimas. Entonces ha sido cuando yo me he venido corriendo a la ventana a ver dónde iba papá y, al pegar la nariz al frío cristal, he visto cómo el árbol le soplaba sus hojas al viento.
Voy a fijarme detenidamente a ver si lo veo tiritar, al muy tonto.

Raúl Ariza
La suave piel de la anaconda. Ed. Talentura. 2012
http://elalmadifusa.blogspot.com.es/

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