1.871 – Mirando al mar

raul ariza escritor 01  Al echarle un vistazo al análisis, ha visto que tiene el colesterol por encima de doscientos setenta. Demasiado alto. Y eso a pesar de la medicación. Además, de un tiempo a esta parte ha subido de peso y ahora todavía se gusta menos cuando se mira en el espejo.
Arturo se prometió para este nuevo año que empezaría a hacer algo de deporte, que se compraría un perro y que por fin le diría algo a Marga. Marga vive en su mismo descansillo, es soltera, madre de un chiquillo que es un terremoto, y le tiene totalmente embobado, con su larga coleta y el vaivén de sus caderas. Pero a día de hoy, y ya ha pasado más de un mes desde sus nuevos propósitos, no ha hecho nada de nada.
Le encanta leer novela policíaca, hacer sus pinitos en la cocina y echarse la siesta los días que el trabajo se lo permite. Es oficinista en una gestoría. Solo sale los sábados, siempre con sus cuatro amigos de la infancia, y bebe ron con cola light. Es de masturbase una vez por día, sin excepción, aunque muchas veces lo hace sin ganas.
Ayer domingo se pasó un buen rato mirando fijamente el cuadro que su hermano Juan le regaló estas navidades pasadas. Supuestamente es la copia de una marina famosa. Expresionismo, le dijo Juan al desenvolverlo y entregárselo. Y no creas que me ha costado barato. Concluyó. En una de las pocas visitas que le hicieron Juan y su mujer el año pasado, su hermano, con el que de críos se llevaba mejor de lo que se lleva ahora, se fijó en las paredes vacías del salón y decidió comprarle un cuadro para vestirlas. Arturo supone que Juan vio soledad, en lugar de unas simples paredes vacías.

Raúl Ariza
La suave piel de la anaconda. Ed. Talentura. 2012
http://elalmadifusa.blogspot.com.es/

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