3.349 – Diván

    La hormiga neurótica del hormiguero acudió durante bastante tiempo al sicoanalista. Se quejó de su destino, culpó a sus progenitores de ser como era y a todos los dioses de la tierra por no haber sido una mariposa. Cuando el sicoanalista le dijo que la solución a su neurosis era aceptar la vida tal y como era, se sintió íntimamente estafada. Y con razón. El sicoanalista, de noche y a escondidas, seguía intentando volar como una libélula. Eso sí, sin sentimiento de culpabilidad.

Mariasun Landa