2.734 – Pinocho

isabel-cienfuegos4  Hoy no va al instituto, le molesta la anilla en la nariz. Sentado en el parque, mientras espera la llegada del Gato y de la Zorra para pillar algo que le lleve al País de los Bobalicones, oye a una anciana de cabellera azul murmurar que los chicos de hoy son todos unos burros y nunca llegarán a ser personas.
No quiere pensar en Geppeto, al que una empresa de tiburones se traga de sol a sol. Aún no es capaz de cruzar el mar de rabia o el mar de sueños para rescatarle.

Isabel Cienfuegos
http://nalocos.blogspot.com.es/2013/03/isabel-cienfuegos.html

2.125 – Pinocho

isabel-cienfuegos4  Hoy no va al instituto, le molesta la anilla en la nariz. Sentado en el parque, mientras espera la llegada del Gato y de la Zorra para pillar algo que le lleve al País de los Bobalicones, oye a una anciana de cabellera azul murmurar que los chicos de hoy son todos unos burros y nunca llegarán a ser personas.
No quiere pensar en Geppeto, al que una empresa de tiburones se traga de sol a sol. Aún no es capaz de cruzar el mar de rabia o el mar de sueños para rescatarle.

Isabel Cienfuegos
http://nalocos.blogspot.com.es/2013/03/isabel-cienfuegos.html

1.531 – Augurios

isabel-cienfuegos4 En mi juventud en el Lacio, sacrifiqué gorriones y palomas. Más tarde, ya en campaña, halcones de fiero vuelo. Después faisanes, pavos de cola real tan azul como el cielo en los atardeceres del foro. Ordené a los arúspices extraer las vísceras para leer en ellas mi futuro. Ahora, en el lecho, ya abatido, daría el tiempo que me queda, por sentir la brisa de unas alas.

Isabel Cienfuegos

936 – Locura de amor

 Él había perdido la cabeza. Ella le entregó el corazón. Y paseaban como tantos otros. Él, incómodo con aquella víscera sangrante en las manos. Ella, ansiosa, pretendiendo adivinar su futuro en la inútil esfera degollada.

Isabel Cienfuegos
Por favor, sea breve. Ed. Páginas de espuma – 2001